A seis meses de las elecciones, el Gobierno no sabe que prometer para hacer olvidar el fiasco de su gestión y mantenerse en el poder. Asistimos a una 
, en la más pura tradición caciquil de la compra de votos. Cómo con Romanones nos prometen que, ahora sí, van a asfaltar la carretera del pueblo, siempre que se les vote.
Pero, muy en su linea, hacen promesas que no saben como van a cumplir, sin un estudio de sus costes, de cómo van a financiarlas. Sin saber si van a ser realidad o quedarán en el olvido, como la negociación con ETA, los pisos para todos, la inmigración o los 800.000 puestos de trabajo.
Pero, además, en una muestra del descontrol, de la falta de coordinación que sufre elGobierno, un ministro dice A y el otro dice B. Una sale por peteneras y el otro por bulerías.Imitando a su presidente, el de Sanidad dice que dentistas gratis para todos los niños. Unas horas después, el de Economía advierte de que no hay plan financiero para tal medida que, además, involucra a varias Comunidades Autónomas que no han sido, ni siquiera, informadas. Poco después, salen otros ministros y jerifaltes del PSOE a decir que sí, que va a ser verdad lo de los dientes. ¿Es que no se hablan los ministros? ¿Es que dicen lo primero que se les ocurre al levantarse de la cama?
Porque nos anuncian 2.500 euros por hijo; duplicar el permiso paterno; viviendas gratis si les votas; que no se tenga que repetir curso aunque suspendas cuatro asignaturas; poder conducir con 17 años, aunque no tengas el carnet; dentistas gratis entre 7 y 15 años…
Y claro, todos diciendo lo contrario de lo que decian hace dos meses, todos anunciando cosas que piensan que les pueden proporcionar votos, pero que al no tener detrás un estudio serio amenazan con quedarse en solo eso: promesas electorales que nunca se van a cumplir. Y les da lo mismo, porque piensan que pueden echar mano, indefinidamente, de los presupuestos del Estado como si fueran un saco sin fondo. Han hipotecado los próximos años, han vendido una parte sustancial de las reservas del Banco de España, silban alegremente, como en los mundos de Yupi, mientras el resto de los gobiernos están preocupados ante la posible crisis…
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